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    La estrella porno Shae Celestine es conocida por su sensual rutina matutina, donde se da el gusto de frotarse la vagina en la cama. Sin embargo, esto no se debe a ninguna migaja o insecto, sino más bien al resultado de sus deseos reprimidos después de no ver a su pareja durante una semana. Su anhelo por un chico lindo la lleva a buscar satisfacción de una manera poco convencional.

    Justo cuando está a punto de tomar el asunto en sus propias manos, un vecino pasa a saludarla. No solo está dispuesto a mostrarle su pene, sino que también se lo ofrece para un poco de placer oral. La tentación resulta ser demasiado para Shae, ya que acepta con entusiasmo sus avances y se entrega a un encuentro apasionado allí mismo en la cama.

    A pesar de la emoción del momento, Shae no puede evitar sentir una punzada de arrepentimiento, sabiendo que su trabajo inevitablemente se retrasará. Sin embargo, en ese momento de pasión y deseo, nada más importa mientras sucumbe al encanto de los avances de su vecino. Al final, Shae se encuentra dividida entre la emoción de lo prohibido y la practicidad de sus responsabilidades, un conflicto que persistirá mucho después de que termine el encuentro.